Etiquetas

, , , , , , , , , , , , ,

Llegó el momento esperado, el de la recolección, y si todo ha ido bien -se plantaron los cultivos en mayo, el clima ha sido generoso y la mano del hombre ha hecho lo correcto- los resultados de la producción, en el mes de julio y agosto, deben ser abundantes a la par que gratificantes, puesto que no hay mayor orgullo que recoger y degustar, lo que la naturaleza, con un poco de ayuda, nos facilita en la huerta.La Huerta de Méntrida 2012

La recolección se convierte en estos dos meses en una actividad diaria y bastante esclava, puesto que no sólo se recogen los frutos si no que hay que saber qué hacer con ellos para que no se echen a perder. Regalar bolsas con productos de la huerta os hará populares entre vuestros amigos, pero cuando comienzas a pensar hasta en tu dentista como posible receptor del kilo de tomates diario que recoges, es el momento de meterte en la cocina.Calabacín de La Huerta de Madrid

Mi abuela Saturia ya lo hacía. Pasarse horas haciendo conservas con todos aquellos productos de la huerta que mi abuelo Luís le traía, era lo normal en los veranos de mi infancia. La mesa del patio siempre estaba llena de tomates, calabazas, pepinos, calabacines, berenjenas, y cuando conseguía que se viera un pedazo del hule de la mesa, mi abuelo llegaba con otro cargamento y lo tapaba. Recuerdo el olor de los tomates pelados en los barreños preparados para cocer a las seis de la mañana. Yo no me daba cuenta del gran trabajo que hacía mi abuela, pero sí que era consciente de lo felices que éramos toda la familia cuando, durante el resto del año, podías contar con uno de esos botecitos al vacío de delicioso pisto o pimientos fritos.

La Huerta de Méntrida

Hacer conservas no es difícil ni se necesita instrumental especial, sólo hay que hacer acopio de paciencia y tener tiempo, que no es poco. Lo mejor de todo es que el disfrute del trabajo hecho se prolonga en el tiempo, así que ¡MANOS A LA OBRA!

La Base

Un producto fresco y en buen estado es la base de una buena conserva. En el caso de las verduras como berenjenas, pimientos y calabacines, se las trocea para luego pocharlas, juntas o por separado, en una sartén con aceite y sal al gusto.

Tras esto, el producto estaría listo para consumir, pero como lo que queremos es que perdure en el tiempo sin que pierda calidad y nutrientes, se debe envasar al vacío, y para ello necesitamos cocerlo al baño maría.

Baño María

El baño maría es una técnica muy simple para derretir alimentos, como el chocolate, y para hacer conservas. Esta técnica consiste en la cocción por medio del calor del agua, por lo que necesitamos una olla bien grande con agua a fuego lento y, en nuestro caso, uno o varios botes de cristal.

Introducimos los alimentos ya pochados en el bote de cristal, rellenándolo hasta arriba y tapándolo bien fuerte. Cuando el agua esté en ebullición, se introduce el, o los botes, en la olla y dejamos que cueza durante 15 minutos. Tras esto, el oxígeno de los botes habrá desaparecido y las conservas estarán listas.

Tomates de La Huerta de Méntrida

Tomates

Con los tomates el proceso de elaboración de la conserva varía:

Cogemos los tomates y los pelamos. Una vez pelados y troceados, los introducimos en el bote de cristal que, lleno hasta arriba y fuertemente tapado, se cuece al Baño María durante 15 minutos.

Estos tomates estarán preparados para cuando quieras hacer tomate frito natural. Sólo tendrás que triturarlos y freírlos a tu gusto.

Si lleváis a cabo esta técnica de conservación evitareis el deterioro y pérdida de calidad de los alimentos y, lo más importante, disfrutareis de esta beneficiosa dieta durante todo el año.